Una idea revolucionaria para una generación revolucionaria
1979 marcó el final de una década controversial, en la que el mundo presenció actos determinantes que traerían cambios en nuestra sociedad. Fue una época de movimientos y lucha por los derechos civiles, protestas, agitación política, marchas por la igualdad de género, revoluciones que derrocarían dictaduras, el auge del neoliberalismo y los últimos estragos que dejaría en la sociedad estadounidense la guerra de Vietnam y la aún vigente guerra fría.
Se respiraba el inicio de una nueva década, los años 80, y aunque la globalización económica aún se encontraba en etapas tempranas e incipientes, ya se estaban manifestando los efectos de una economía más interconectada. La mercadotecnia empezaba a evolucionar ante los inicios de la era digital y el cambio significativo en los hábitos de consumo de una nueva generación emergente, lo que llevaba a las marcas a desarrollar estrategias de publicidad para crear conexiones emocionales con los consumidores. Esta transformación marcó el comienzo de una etapa en la que la tecnología y la sociedad convergían, dando lugar a un panorama comercial y cultural dinámico y en constante cambio.
En aquellos días, los jóvenes adultos de la generación baby boomer y los miembros de la «naciente» generación X presenciaban cambios significativos debido al avance de la tecnología. Impulsados por nuevos valores, preferencias y comportamientos diferentes a los de generaciones anteriores, los jóvenes estaban más interesados en la autenticidad, la individualidad y la expresión personal, lo que se reflejaba en sus elecciones de compra. Todo esto representaba un reto para la industria en general, que debía adaptarse rápidamente a las nuevas tendencias e innovar y crear productos que gustaran o respondieran a las demandas de los nuevos consumidores, para así mantenerse competitiva en un mercado en constante cambio, más amplio y diverso.
Cuando pienso en la época de finales de los 70 y sobre todo los 80, en lo personal, en la ciudad en la que crecí, lo primero que me viene a la mente son las calles llenas de energía y vitalidad, o tal vez esa era la percepción de mi mente juvenil. El centro y sus tiendas decoradas con los clásicos anuncios de luces de neón y en alguna esquina no faltaba el ruido de las máquinas de juego de los arcades con el típico sonidito del Pac-Man, Space Invaders o Donkey Kong, rodeadas de puñados de jóvenes compitiendo por romper récords.
Y no podía faltar, con una Coca-Cola en una mano y en la otra un perro caliente, una rebanada de pizza o una bolsita de nuestra fritanga favorita, salíamos a la calle con la energía que nos daba nuestra juventud. Caminábamos al ritmo de nuestra canción favorita, creando nuestro propio espacio al aire libre, donde la música se convirtió en la banda sonora de nuestras vidas. Escuchábamos canciones que dominaban las listas de éxitos, de grupos como Journey, Queen, Kiss, o de artistas como Michael Jackson o Cindy Lauper, que lideraban el camino. Todo esto comenzó cuando Sony, con su visión innovadora, dio vida al Walkman, convirtiendo los casetes de música en el medio principal para escuchar nuestros álbumes favoritos.
Los Walkaman, de las cosas que nacieron para quedarse
A lo largo del tiempo, hemos visto una gran variedad de productos y artículos que fueron creados para satisfacer nuestras necesidades o para hacer nuestra vida más cómoda y entretenida. Muchos de ellos desaparecieron rápidamente del mercado, mientras que otros tuvieron una vida más larga antes de ser reemplazados. Algunos pasaron desapercibidos, como las máquinas de escribir eléctricas o la Discovision, que tuvieron dificultades para competir con otros formatos emergentes como el VHS y el Betamax debido a problemas como la fragilidad de los discos y la dificultad para grabar en casa.
El Walkman es un ejemplo de un invento que ha perdurado en el tiempo. ¿Por qué? Simplemente porque es una creación única que transformó la forma en que las personas consumen música. Su impacto revolucionario cambió la industria musical para siempre. El éxito del Walkman fue tan grande que impulsó la demanda de casetes y, más tarde, de CDs portátiles. Este producto sentó las bases para el desarrollo de reproductores de música digital como el iPod en las décadas posteriores y ha sabido adaptarse a los cambios tecnológicos para seguir siendo relevante para los consumidores hasta el día de hoy.
Con su creación, Sony abrió las puertas para que otras marcas de la industria electronica crearan sus propios dispositivos y obtener un porcentaje de mercado de una demanda en potencia, pues tan solo en los primeros meses del lanzamiento del modelo el TPS-L2, Sony logro vender su stock de 30 mil unidades. Fue tan grande el éxito comercial que, como era de esperarse, empresas como Panasonic, Toshiba, Aixa y Sanyo producirían sus propios reproductores de música portátil, intentando encontrar todas ellas un nombre tan exitoso como el producto, aunque ninguna superó el ingenio de Sony, cuyo Walkman se posicionó como el sobrenombre de referencia en todo el mundo, siendo la palabra incluida en el diccionario Larousse dos años después de su aparición.
La invención del concepto del Walkman por sí solo, es decir, el de llevar música de manera portátil contigo a donde quieras y solo para ti, es una de esas innovaciones que desafiaron los modelos establecidos y transformaron la forma en que se escucha la música, una creación única que nunca tendrá sustituto. Los factores que lo hacen único e insustituible son:
- Portabilidad: Permite a las personas llevar su música a cualquier lugar sin depender de sistemas de sonido estacionarios.
- Personalización: Los usuarios pueden crear su propia lista de reproducción, lo que les permite personalizar su experiencia musical según sus gustos.
- Privacidad: Permite a los usuarios disfrutar de su música sin molestar a los demás, lo que es especialmente útil en entornos públicos.
La idea de que un producto no sea sustituto no significa que las marcas no tengan que competir para mantener su posición en el mercado. Por el contrario, la competencia en el sector de dispositivos de audio portátiles se centra en la diferenciación a través del diseño innovador, la tecnología de vanguardia, estrategias de marketing efectivas y una sólida presencia en el mercado.
Marcando una época y una cultura
¿Cómo logró el Sony Walkman convertirse en un icono? ¿Fue su singularidad como producto o el resultado de una estrategia de marketing? A pesar de su innovación para la época, su alto precio de $150 dólares por unidad lo hacía inaccesible para muchos, y como mencione anteriormente, a pesar que no tenía que preocuparse de que salieran productos sustitutos, si tuvo que competir contra otras marcas y la innovación de sus modelos. Sony tuvo que implementar diversas estrategias de marketing y comercialización para persuadir a los consumidores y posicionarlo en el mercado.
Las estrategias de marketing utilizadas por Sony para promocionar el Walkman fueron innovadoras para su tiempo, combinando elementos del marketing tradicional y digital. La empresa aprovechó el poder de influencia de las celebridades de la música y la cultura popular para promover su nueva creación. Aunque otras empresas también empleaban medios tradicionales como la televisión, la radio y las revistas para promocionar sus productos, la creatividad de Sony se destacó al ofrecer una experiencia única y personalizada a sus clientes. Sus anuncios transmitían un mensaje emocional que conectaba instantáneamente el producto con los consumidores.
Para convertir al Sony Walkman en un fenómeno cultural que atrajo a millones de consumidores, Sony implementó diversas estrategias de marketing desde su creación y a lo largo de los años. Estas estrategias incluyeron:
- Demostración gratuita del Walkman en las tiendas.
- Asociarse con artistas famosos para impulsar las ventas del Walkman.
- Campañas de publicidad en medios tradicionales, como televisión, radio, revistas, internet y metro, con eslogans famosos como «It´s a Sony», para conectar con las emociones y aspiraciones de los consumidores.
Estos son solo algunos de los eslogans que inmortalizaron a la marca:
- “Walkman: Take the Music with You” (Walkman: Lleva la música contigo): Primer eslogan lanzado en 1979.
- “Walkman: The Music Never Stops” (Walkman: La música nunca se detiene): Se usó en 1980, para promocionar su nuevo modelo, uno más compacto y ligero, el WM-2.
- «It’s a Sony» (Es un Sony): Fue el lema más famoso utilizado por Sony durante 24 años, desde 1982 hasta 2006. No se limitó únicamente al Walkman, sino que se convirtió en el eslogan universal para varios productos de Sony, incluyendo el Discman, el Trinitron y el PlayStation
- “Walkman: The Sound of the 80s” (Walkman: El sonido de los 80): Utilizado en 1984, año en el que se celebraban 5 años de existencia del Walkman en el mercado.
Y lo demás es historia
Dando un breve repaso a la historia del Walkman en el mercado, Sony Walkman se mantuvo como líder durante la década de 1980, con el formato de casete como el más popular. De acuerdo a datos obtenidos de la plataforma de estadísticas de mercados y negocios, Statista, fue en 1988, cuando se vendieron más de 20 millones de unidades, alcanzando su punto máximo con una impresionante cuota de mercado del 90%, es decir, casi el total de las ventas totales de reproductores de música portátiles pertenecían a Sony, dejando el 10% restante para otras marcas que competían por ese segmento de mercado. Sin embargo, al final de esa década y principios de la de 1990, el formato CD comenzó a ganar terreno rápidamente, superando al casete en 1992 con una participación en el mercado del 51%.
Sony continuamente mejoró el diseño y la funcionalidad del Walkman para mantenerse al día con los avances tecnológicos y las demandas de los consumidores. Pero el panorama no pintaba de miel sobre hojuelas, la introducción de los reproductores de MP3 como el iPod de Apple, representaron desafíos importantes para el Walkman. A principios de la década de 2000, el formato MP3 experimentó un auge, alcanzando una impresionante participación en el mercado del 62% en 2005. Esto me recuerda una escena de la película sobre Steve Jobs, protagonizada por Ashton Kutcher, en la que Jobs se encuentra escuchando música con unos audífonos y un discman, quejándose como si fuera tecnología rudimentaria. En la película esto sugiere que quizás ya estaba gestando la idea de lo que luego conoceríamos como iPod.
El 24 de octubre de 2010, después de 31 años en el mercado, Sony anunció el cese de producción de walkmans para dar paso a los reproductores digitales de música, como los MP3, los MP4 y los teléfonos móviles, bajo la marca Walkman. Estos dispositivos ofrecían mayor capacidad, calidad y comodidad que los casetes, y se adaptaban mejor a las nuevas tendencias y demandas de los consumidores. A pesar de mantener la marca Walkman para sus reproductores digitales, las ventas de dispositivos de Sony disminuyeron a menos de 1 millón para 2015. Esta caída se debió en gran medida al éxito del iPod de Apple y al popular iTunes, contra los cuales Sony no pudo competir.
A pesar de la ardua competencia, Sony ha sabido responder continuamente con mejoras en el diseño, la calidad del sonido y la portabilidad para mantener su posición en el mercado. Su enfoque en la tecnología digital y la conexión inalámbrica se refleja en el lanzamiento de modelos portátiles como el Sony Walkman NW-A105 y el más reciente NW-ZX707 Walkman. Este reproductor de música digital portátil de alta resolución ofrece 64 GB de capacidad, sistema operativo Android, capacidad para descargar música, pantalla táctil de 5.0 pulgadas, batería de hasta 24 horas, Wi-Fi y Bluetooth. Estos dispositivos están dirigidos a un segmento de mercado de alta gama que busca una calidad de sonido superior y una mayor duración de la batería.
Desde su creación en 1979 hasta 2010, Sony Walkman vendió más de 385 millones de unidades en todo el mundo. Su legado perdura hasta el día de hoy, ha logrado mantener viva esta icónica marca, al menos por ahora, siendo un referente en el mundo de la música portátil.
Puntos para ser tomados en cuenta
El caso del Sony Walkman es un claro ejemplo de cómo una marca puede mantenerse relevante y exitosa a lo largo del tiempo, incluso en un mercado de tecnología en constante evolución y en una época marcada por la convergencia de varias generaciones. Algunos puntos clave a tener en cuenta son:
- Innovación continua: Sony no se conformó con su éxito inicial, sino que continuamente mejoró el diseño y la funcionalidad del Walkman para mantenerse relevante.
- Adaptación ágil: Sony supo ajustar su estrategia rápidamente para enfrentar nuevos competidores y tecnologías emergentes, manteniendo su posición en el mercado.
- Conexión emocional con los consumidores: La libertad y la experiencia personal que ofrecía el dispositivo fueron elementos clave en las estrategias de marketing de Sony.
- Diversificación de productos: Sony diversificó su línea de productos Walkman para atender diferentes segmentos de mercado. La empresa demostró la importancia de adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores.
Yo agregaría un punto más, el de Creatividad, la asignación del nombre a una marca debe capturar la esencia del producto y «Walkman» fue una brillante elección que se posicionó como el líder en el mercado de dispositivos portátiles de música, su fuerte impacto en la cultura popular estableció un estándar para la industria, generando un fuerte reconocimiento de marca. Y es que no podemos negar, o al menos yo, cuando veo uno de estos dispositivos, en automático, sea la marca que sea, me refiero a el como Walkman, ¿o me equivoco?